
Amo todo lo tuyo.
Amo tus labios, tus ojos, tus palabras...
Adoro cuando callas y miras profundo.
Admiro mucho tu trabajo, tu labor sin cansancio.
Casi nunca lo digo, difícil admitirlo, más sin ti, mi vida no avanza y aún así, contigo tampoco.
Anda, haz lo tuyo,
para mi, nada más importa sino mirar tus alas abrir al ocaso.
Y si cambias tu rumbo y tornas a mis brazos,
con valor y sin palabras, mi calor calmará tu frío.
Mi sombra cobijará tu cansancio.
Calla
No importa.
No juzgo.
Sin pronunciar signo alguno, tomo tus manos,
Y caminamos...
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