lunes, 10 de agosto de 2020

Reto Escribirme. Día 18: Roturas y rupturas

 

Salte y caí mal. Sentí un dolor intenso que me subió por la pierna, la espalda y llego hasta el cuello y la cabeza, me sentí mareada, trague agua, me desorienté. Logre salir de la piscina, no podía afincar bien el pie. Fue el dedo medio del pie derecho. Me encerré, mordí una toalla, me estire el dedo y yo sola me lo entablille con una paleta de helado. Sude frío, casi de desmayo. No pude caminar bien por dos semanas, todos los dedos y parte del pie se pusieron morados, casi negros. Casi nadie lo supo ni lo sabe.

Siempre he sido cobarde, nunca he roto con nadie directamente. Mi "técnica" es hacer que la otra persona me odie tanto o se decepcione tanto de mi que me deje. Igual causo dolor pero al menos la otra persona no se siente botada sino que tomó una sabia decisión al dejarme y yo me libero de cierta responsabilidad. "... Todo hombre destruye lo que ama, el valiente con un beso, el cobarde con una espada"

Además de ese dedo y una que otra uña de vez en cuando, nada más se ha roto. 

No se los dije en persona. Solo me aleje, solo los saque de mi vida. Curiosamente, no me tiembla el pulso para sacar de mi vida amigos o conocidos. Ya no me sentía cómoda con ellos, ya no tenía nada más que dar, ni ellos a mi. Les agradezco su paso por mi vida, perdono cualquier molestia, dolor, incomodidad o resentimiento y los dejo ir.

Una sola vez he prometido ser fiel y rompí esa promesa. No he roto más promesas porque, en honor a la verdad, no suelo prometer nada. 

La ley la he roto varias veces pero nunca me han capturado. He roto confianzas, sueños ajenos, esperanzas y otras cosas que no so mías. 

Aunque lamento el dolor que cada rotura o ruptura ha causado, no me arrepiento de las decisiones tomadas.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario