Perfectamente podría dar una
respuesta insulsa, aunque verdadera: Escribo porque me enseñaron a hacerlo,
porque recibí educación primaria, porque en el mundo actual es un pecado inconcebible
ser analfabeta.
Sin embargo, saber escribir
no significa que se haga con frecuencia o con algún sentido, como me encanta
hacerlo. Recuerdo haber ofendido a un conocido cuando le dije, luego de leer
uno de sus libros, que no porque escriba y publique se puede considerar escritor.
Me arrepentí, no de mi comentario, sino de la frivolidad con la que lo dije,
pero me surgió una pregunta, similar al título de este primer reto: ¿Qué es un
escritor?
“¿Qué es un escritor?” al
igual que “¿Por qué escribo?” son cuestiones que se podrían responder con gran
simplicidad, como lo exprese al principio. Un escritor es alguien que escribe,
escribo porque me enseñaron. ¿Valdría entonces modificar las preguntas y decir?:
¿Qué hace a alguien que escribe, ser considerado escritor? ¿Qué busco o cual es
mi objetivo cuando escribo? Sí, se podrían modificar pero sería realmente
absurdo y frío, al igual que mi comentario a este conocido que estaba feliz por
la reciente publicación de su libro.
Lo cierto es que el 80% de
la comunicación no es oral y en mi caso, podría decir que de ese 80%, la mayoría
es escrita. Escribo cuando estoy molesta, escribo cuando estoy triste, cuando
estoy alegre, cuando no quiero escribir…
Escribo porque es la única forma
de liberación que conozco (o que conocí por mucho tiempo)
He escrito cartas rabiosas
que jamás entregué e incluso quemé. Cartas de amor de las que me enamoré aún más
que de las personas a las que iban destinadas (cartas que igual, nunca
entregué), me he escrito a mí misma, a mi yo del pasado, del futuro y del
presente. Incluso, les he escrito cartas de despedida y consuelo a varias
personas que amo, por si la muerte llega a mi primero que a ellos.
Escribo porque es la mejor
forma de autoconocimiento, porque mi mente necesita ser vaciada, porque mis
dedos reaccionan más rápido que mis cuerdas vocales.
Escribo mucho y solo
recientemente empecé a compartir algunas de las cosas que escribo (algunos
poemas, cuentos, cartas…) y encontré que no solo al escribir encuentro
liberación y autoconocimiento, sino que al permitir que otras personas me lean,
encuentro compañía.
Cuando otros me leen y
sienten dolor, yo me siento tranquila y plácida. Cuando me leen y recuerdan la
sensación del amor, entonces yo misma me siento amada. Incluso cuando me odian
o detestan lo que escribo, soy feliz, porque lo cierto es que siento gran
satisfacción al producir o recrear emociones en otras personas, a través de mis
letras.
Recientemente leí el
comentario de alguien que amo, sobre un libro y decía “bastante interesante” y
sentí temor de que él u otra persona, en algún momento llegue a decir esa frase
de alguno de mis textos (a menos que sea un ensayo o escriba sobre temas que
realmente pudieran ser interesantes como teorías conspiratorias o física cuántica)
porque significa que el lector no sintió ninguna emoción. Desearía que dijeran “es
terrible”, “está muy mal escrito”, “me molestó” o cualquier cosa por el estilo,
antes de que digan algo tan neutro y soso como “interesante”, porque los textos
que solo son “interesantes” sin ninguna otra emoción, se pierden en el olvido fácilmente.
Así me doy cuenta de que también escribo para no ser olvidada.
Escribir y compartir mis
escritos, es un gran morbo por provocar empatía mientras voy desnudando mi
mente y liberando mi alma.
Me encanta y anima a volver a escribir 🤗🤗🤗
ResponderBorrarQue bueno! La mejor manera de empezar o retomar, es simplemente hacerlo sin pensarlo mucho. Cariños.
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